Clase 18 - Actividades directrices
Actividades directrices – Actividad directriz y sistema de influencias educativas
La situación de aprendizaje de las tareas con objetos es casi siempre una actividad conjunta del adulto con el niño, aunque este tenga espacios en los que pueda actuar libremente sobre los objetos. Esto quiere decir que siempre hay una situación de comunicación, emocional y oral, en la que el niño asimila los objetos “sociales”, pues el objeto por sí mismo y por sí solo no puede trasmitir al niño la experiencia social humana acumulada de sus procedimientos y modos de acción.
Es necesario como resumen considerar algunas cuestiones en referencia al sistema de influencias educativas:
1. El sistema de influencias educativas en los años de la edad temprana ha de organizarse a partir de la línea cognoscitiva que es la dominante en el período, y mayoritariamente a través de la actividad con objetos, que es su actividad directriz.
2. La comunicación emocional y oral han de estar presentes en el sistema de actividades, pero supeditadas a la actividad dominante, por lo que la actividad conjunta que se realice tendrá como objetivos primordiales la asimilación del conocimiento, lo cognoscitivo, en primer término.
3. El sistema de influencias educativas no solamente ha de contemplar acciones con objetos en una situación de actividad conjunta niño-adulto, sino que además ha de proveer posibilidades de la actuación libre e independiente del niño con los objetos.
4. Al organizar el sistema de actividades con objetos ha de seguirse su desarrollo ontogenético y sus particularidades, de modo tal que haya un progresivo dominio por el niño de estas acciones, en la misma medida en que se vuelven más complejas la estructura de dichas acciones.
5. Este sistema de actividades con objetos ha de iniciarse desde el segundo semestre del primer año de vida, con acciones de conocimiento de las particularidades externas con los objetos (manipulación), de acciones específicas, y de acciones de correlación simples.
6. A partir del segundo año se han de incluir acciones de correlación complejas y acciones instrumentales, para progresivamente se vayan manifestando las formaciones funcionales-objetales.
7. Las acciones con instrumentos han de ocupar el lugar central de la actividad con objetos a partir del segundo semestre del segundo año de vida, por ser las mismas las más importantes para el desarrollo psíquico en la etapa.
8. A su vez, el surgimiento de las posibilidades comunicativas orales del niño ha de facilitar el surgimiento de formaciones funcionales de signos, que son indispensables como premisas de la siguiente actividad directriz a partir del cuarto año de vida, el juego.
9. A finales de la edad temprana se ha entonces de trabajar en las premisas del juego de roles, en situaciones de la actividad conjunta de comunicación, que ha de pasar a ser la línea dominante del siguiente período.
Por supuesto que los anteriores planteamientos no agotan todo lo que hay que hacer en el sistema de influencias educativas con los niños de edad temprana, solo se han señalado algunos aspectos importantes en relación con su actividad directriz, puesto que el currículo para este período ha de contemplar muchas más cosas y no solamente acciones con objetos.
Organizar el sistema de influencias educativas a partir de la actividad directriz del desarrollo decididamente le imparte un mayor rigor científico y promueve la consecución cualitativamente mejor de los logros esperables del desarrollo de los niños en esta edad.
Recuperado de:
AMEI (25-jun-2014). La actividad directriz del desarrollo en la edad temprana: la actividad con objetos. Recuperado de www.waece.org.